Recuerdo una mirada y algunos gestos.
Vale, la mirada es mirada y el gesto, gesto.
Pero tanto los ojos como las manos son vida.
Y cuando la vida se mete en una piel que no le pertenece,
se agranda.
Recuerdo también una habitación y muchos silencios.
Una calle que subía y que a veces, cuando el cansancio consumía los pies.
era casi eterna. Si es que la eternidad puede ser una calle.
También recuerdo una isla, y mucho susurro compartido.
Un barco. Una luz. Una risa, Un espejo.
Y una mano.
Las manos son eso, solo manos.
También recuerdo y eso que el recuerdo es solo eso, un abismo en que caer,
las palabras.
Claro que una palabra es solo eso, una palabra.
Pero cuando la gramática se deshace,
si es que puede, y le dejan,
queda el corazón. Si es que existe.
Un corazón, al fin y al cabo,
sin nadie, es solo eso, un órgano que nos permite respirar.
